La responsabilidad corporativa en las empresas líderes en innovación tecnológica

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Tony Fernandez-Stoll, director general de AMD para América Latina

Por Tony Fernandez-Stoll, director general de AMD para América Latina

La incidencia de las organizaciones en el ambiente que las rodea es muy grande, y se genera con la comunidad una relación recíproca y bilateral, donde lo que ocurre en una puede afectar a la otra y viceversa: una compañía es un gran ecosistema que involucra a colaboradores, socios y clientes, entre otros actores.

Las grandes empresas líderes en innovación tecnológica trabajamos día a día para hacer avanzar la informática y ayudar así a resolver los retos medioambientales y sociales más importantes del mundo. Pero el foco no solo debe estar puesto en que nuestra tecnología sea la mejor, la más rápida, la más eficiente y la más innovadora. También hay que pensar en abarcar de forma responsable cómo la desarrollamos y la ofrecemos.

El cómputo de alto rendimiento (HPC por sus siglas en inglés) permite que los científicos, los investigadores y los ingenieros lleven sus ideas a la práctica y descubran soluciones para los desafíos más complejos del mundo. En el marco de sus esfuerzos de responsabilidad corporativa y al entender la importancia del impacto digital es que AMD se propuso que 100 millones de personas se beneficien de su fondo para HPC y otras iniciativas STEM, llegando a más de 30 instituciones en 2020 y 2021.

El HPC es fundamental y necesario para acelerar ciertos descubrimientos en áreas como el cambio climático, la atención sanitaria, el transporte y Big Data, entre otras. Para que se den una idea de la importancia del supercómputo, el Consejo de Investigación Científica e Industrial (CSIR) con sede en India – que recibió la mayor donación individual del fondo de HPC – está acelerando el descubrimiento de vacunas y de ciencias químicas para pruebas de medicamentos gracias a la potencia de cálculo adicional otorgada.

Otra área de arduo trabajo de las organizaciones en estos últimos años tiene relación con la conciencia y el trabajo para minimizar el impacto medioambiental del negocio. La cadena de suministro, las prácticas para mejorar el rendimiento medioambiental de los usuarios de IT y la innovación en soluciones para abordar los retos de sostenibilidad son sólo algunas de las cosas para tener en cuenta.

La eficiencia energética y la utilización de energía renovable en nuestros portafolios debería ser prioridad al acompañar la búsqueda de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto será importante en toda la cadena, desde los fabricantes y proveedores, hasta luego en la distribución y transporte de los productos.

Por último, si de responsabilidad de las corporaciones se trata, será clave cuidar a su principal activo: los colaboradores. Las organizaciones debemos fomentar un entorno que eleve y escuche sus voces, donde se trabaje desde el respeto, la escucha activa y la empatía, ya que son ellos quienes desarrollan la poderosa innovación que impulsa nuestras carteras de productos.

Todos estos aspectos hacen a la prosperidad y éxito de las organizaciones, pero sobre todo son necesarios al entender que vivimos en una sociedad rodeada de compañías y se espera que trabajen de manera responsable, en pos del bien común. Desde AMD nos comprometemos a seguir mejorando en la materia e impulsar la innovación continua desde un lugar consciente y amigable con las comunidades y el medio ambiente, esfuerzos detallados en nuestro Reporte Anual de Responsabilidad Corporativa, cuyo resumen está disponible en este enlace.

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